A su llegada a Chile, la Congregación de Santo Domingo rechazó el ofrecimiento de tierras de la Ermita de Santa Lucía. Se situaron en un lugar más próximo a la plaza mayor. La Iglesia y el convento iniciaron su construcción en 1952, recién en 1618 se terminaron por completo las obras. La calle de Santo Domingo recibió el nombre espontáneamente por los transeúntes que pasaban frente a la iglesia. Por el Oriente comenzaba con la llamada Casa de la Palma y terminaba al poniente con la casa de la Bastilla.