La estación de investigación de Bélgica en territorio antártico, es la primera cien por ciento sustentable. El proyecto desarrollado en la cima de una colina a 200 kilómetros de la costa, buscó ser amigable con el medio ambiente, y ser capaz de autoabastecerse de energía y servicios sanitarios. Para el diseño se tuvo que considerar lo inhóspito de la región, y lograr diseñar una estructura resistente y eficiente energéticamente. Se utilizaron pilares de acero, estructuras de madera con membrana impermeabilizante, paneles solares fotovoltaicos y turbinas eólicas.