La moderna infraestructura con la que Cristalerías de Chile amplió su capacidad productiva en 2006, en la comuna de Llay Llay, sufrió la violencia del terremoto de 2010. Con el afán de prevenir daños ante eventuales sismos, se aplicó el sistema de aislamiento basal. Técnica que consiste en instalar dispositivos de de aislación directamente en las fundaciones del edificio, lo que reduce las vibraciones y deformaciones. El sistema se usó en el sector del horno de la fábrica, y algunos sectores claves del proceso donde se manipula el vidrio caliente, para asegurar la continuidad en la operación.